Star Wars. Episodio II: El Ataque de los Clones

Star Wars. Episodio II:
El Ataque de los Clones, 2002

La guerra es intensa en la Galaxia.

Continuando la saga galáctica, George Lucas nos puso delante un producto fácil de comprar, pero difícil de dirigir. Ya no solo, un par de agujeros de guión temporales, hay que ver lo rápido que crecen algunos personajes, que poco envejecen otros y, que temporalmente es anacrónico con la saga original.
Aunque, todo sea dicho, es asumible (no digo perdonable) por el público en general y que se puede deleitar con otras luces que ofrece esta continuación.

George Lucas, nos vuelve a meter un gol por la escuadra, por decirlo de alguna manera, vuelve a generar una continuación más negra que su antecesora, no tan infantil como fue “La amenaza fantasma”, y nos deleita con altibajos medianamente asumibles. Corrige errores de intentar aderezar todo el tema de la conspiración del Senado con la Federación de Comercio y asume que ese elemento es esencial para el entendimiento de todo lo que va a acontecer a nuestro protagonistas.
Los elementos cómicos por fin, se quedan en un segundo plano, para colocar a la historia de amor más rara y extraña de toda la Galaxia frente a nosotros. Y, en verdad, la trama está bien creada e introducida en la historia como elemento unificador o destructor de todo. No queda ñoña ni demasiado banal, simplemente que resulta raro la forma de enamorarse, la forma en que se gesta la relación, no tiene un tiempo, no tiene una madurez real…, simplemente sucede y hay que decidir si te lo crees o no.
Comentar que como director aquí Lucas arriesga más, juega mucho con las luces y sombras, la secuencia final de lucha con las espadas láser es muy buena. Vuelve a deleitarnos con planos generales larguísimos para que veamos todo lo que ha generado por ordenador (algo que en otros filmes no se atreve hacer)la verdad que el filme gana respecto a su predecesor. 

En guión…, es verdad que tiene ayuda de Jonathan Hales, volvemos a lo dicho, tenemos que asumir saltos temporales y pactos con el diablo para seguir pudiendo ver la saga, si no, estamos perdidos. Otro momento de cautela, son los pequeños avisos que nos va dejando Lucas sobre la personalidad de nuestro joven Anakin, es bueno…, es malo…, sabemos cómo va a acabar y jugar con el público de esa manera… Además, comentar algo sobre personajes introducidos con calzador, es decir, personajes dichos en momentos importantes y que sería elemental hablar de ellos, comentar al menos la relación que tiene ese personaje con el momento que estamos viendo, una pequeña sinopsis de él sería interesante. Pero aquí se suceden varios personajes sin pena ni gloria y, eso hace, que la trama pierda fuerza y que parezca todo demasiado artificioso. Como la aparición del Conde Dooku, su introducción forzadísima y además, no se le termina de aprovechar, como le paso a Darth Maull, en la anterior película.

El elenco. El principal cambio respecto a la anterior es la introducción de Hayden Christensen, como el nuevo Anakin (Ani, para los amigos). No hace mal su trabajo, aunque en los momentos intensos, en los que tiene que atisbar la maldad interior que tiene está forzado; se le da mejor la parte amorosa. El resto del elenco Ewan McGregor, Natalie Portamn, Ian McDiarmid, la irrupción de Christopher Lee como malo malísimo es buena y, cómo no, Samuel L. Jackson, ese jedi que llena la pantalla con su presencia.

En el apartado artístico, VFX, efectos visuales, imágenes generadas por ordenador, todas esas clases de elementos, la verdad que en esta película es más eficiente y se la juega más que en la anterior. Lo que hace que al final haya envejecido esta mejor. Se agradece que jueguen con las luces, con los sables, con exteriores arriesgados y lugares emblemáticos que jamás hubiéramos podido ver sin un ordenador de por medio.

En general, en esta segunda parte se va viendo lo que nos dejó caer ya Lucas en la anterior, rectifica algunas aptitudes, pierde en personajes, pero gana en elenco y en composición de escenas.

Puntuación: 6/10

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